Un tribunal de Moscú encontró culpables de desorden público, motivado por odio religioso y condenó a dos años de prisión a las integrantes del grupo punk Pussy Riot.
Las integrantes se manifestaron protestando contra el presidente Vladimir Putin dentro de una iglesia ortodoxa el pasado 21 de febrero y con ello se ordeno su detención.
Artistas como Madonna, Paul McCartney, Sting y los red Hot Chilli Peppers habían solicitado a las autoridades su liberación, argumentando que ejercían su derecho a la libertad de expresión.
En tanto, la policía ha montado un dispositivo de seguridad a las afueras de la corte, donde hay decenas de activistas manifestándose a favor de las artistas.
Por su parte, Estados Unidos reprobó la sentencia y aseguró que es desproporcionada a las acciones que ejerció el grupo en el templo.
Se han programado manifestaciones de apoyo a la banda afuera de las embajadas de Rusia alrededor del mundo, incluidas las sedes diplomáticas en Londres y Washington DC.