Un terremoto de 7.7° Richter sacudió un área marítima frente a las costas del extremo oriental de Rusia.
Tuvo su epicentro en el Océano Pacífico, a una profundidad de 625 kilómetros. Hasta el momento no hay víctimas, ni daños materiales.
El sismo se sintió ligeramente en la isla de Hokaido y Honshu, la principal isla del territorio japonés; sin embargo, no fue necesario activar la alerta de tsunami.